45 dólares. Es lo que cobró Harvey Ross Ball por diseñar una imagen que animara (el encargo era muy concreto) a los trabajadores de una compañía de seguros de EEUU tras la traumática fusión con otra empresa. 10 minutos. Es lo que tardó en trazar una carita sonriente. El resto es historia de Internet, y vale la pena conocerla:

El cansino pero entrañable Forrest Gump aparece corriendo por una carretera secundaria tan larga como su barba. Ya en terreno embarrado, un camión le cubre el cuerpo de esa mezcla de tierra y agua tan infantil. Un compañero de viaje le da una camiseta de color amarillo para que se limpie. Cuando se la devuelve, aparece en ella una cara sonriente.

 Para muchos, esta es la primera referencia concreta a un smiley en su memoria. Pero el icono nació varios años antes. Concretamente, en 1963.Harvey Ross Ball (Massachusetts, 1921) tenía dos grandes pasiones en su vida: el ejército y las bellas artes. Sirvió en la Guardia Nacional de los EEUU, vivió en primera persona la Segunda Guerra Mundial y fue reconocido como Veterano del Año en 1999. El ‘otro’ tiempo lo dedicaba a la publicidad y el diseño gráfico.

 En 1959 emprendió su propio negocio: Harvey Ball Advertising. Tras varios trabajos sin mayor importancia, en 1963 recibió un singular encargo. Ese año, la State Mutual Life Assurance se encontraba en fusión con la Guarantee Mutual Company. Ambas eran rivales y la situación provocó mal ambiente entre los empleados. A Ball se le pidió que creara una imagen acorde a la ‘campaña de la amistad’ que la compañía quería celebrar para suavizar tensiones. Así, sobre un círculo amarillo, dibujó una sonrisa. Un sol feliz y luminoso. Pero, si le daba la vuelta, parecía un ceño fruncido, por lo que decidió añadirle dos pequeños óvalos a modo de ojos. Tardó 10 minutos. Cobró 45 dólares. Hizo historia.

 Smiley Boom

Un éxito sin beneficio

 Pines, tazas, pósteres, camisetas, chapas… El fenómeno smiley traspasó las paredes de la compañía de seguros y comenzó a convertirse en un icono que generaba millones de ingresosBall nunca registró su carita feliz. Los ‘águilas’ de turno fueron los hermanos Murray y Bernard Spain, quienes a principios de los 70 lanzaron una campaña donde asociaban el icono al lema ‘Have a nice day’. Por supuesto, sin pagar un solo dólar a su creador original, que vio como su obra cayó en el dominio público.

Según Charles Ball, hijo del diseñador, su padre nunca se arrepintió de no haber registrado el icono. Lo que quizás no estaría tan de acuerdo es al uso que su creación ha tenido con los años. Y es que a mediados de los 80, el movimiento ‘acid house‘, basado en música house y techno, empleaba el popular smiley para ilustrar diversas drogas. Por ejemplo, las pastillas de éxtasis.

Watchmen

Logo Nirvana

En otras propuestas, películas como Evolution o cómics como Watchmen revitalizaron el icono, cuyo uso posterior era casi cotidiano gracias a plataformas como el MSN Messenger. El arte y la cultura pop también ayudó a perpetuar su fama. El grupo Nirvana hizo mundialmente famosa una variante del smiley en 1991, donde la sonrisa aparecía torcida y los ojos con forma de ‘x’. Las malas lenguas dicen que su significado contenía mucho de la vida caótica de Kurt Cobain, drogas incluidas.

En 1999 se fundó la World Smile Corporation, que organiza cada año el Día Mundial de la Sonrisa, evento donde se recauda dinero para diversas obras de caridad.

Harvey Ball falleció en 2001 como consecuencia de una insuficiencia hepática tras una corta enfermedad. Dejó tras de sí muchos millones en manos de otros y un legado de sonrisas en el mundo. Por eso, en su lápida, no podía faltar impresa su pequeña gran obra de 10 minutos.

Harvey Ball

Visto en: gonzoo.com